la pregunta que más estoy escuchando a anunciantes en los últimos meses es «¿debo incorporar un community manager a la plantilla?»
la respuesta es siempre la misma «¿para qué quieres un community manager?»
muchos anunciantes están desbordados por las noticias en las que se habla de acciones 2.0, presencias en facebook, canales de twitter, etc. tienen la sensación de que se está perdiendo algo y lo quiere solucionar contratando a un experto.
lo malo es que definen experto en rrss como alguien que «sepa manejar las herramientas». y además están dispuestos a pagar acorde con lo que valoran a una persona que «sepa manejar twitter»… unos 15k€/a. es decir un becario con tarjeta.
me da miedo que esta situación genere algo parecido a lo experimentamos muchos a finales del siglo pasado, cuando agencias interactivas competíamos con el «cuñado del jefe que se había bajado un frontpage». las empresas no distinguían, porque no sabían para qué querían una web o una campaña. simplemente pensaban que se perdían algo si no lo hacían.
ahora ya no es el cuñado (que abandonó el frontpage, se instaló el dreamweaver y ahora tiene una tarjeta de consultor), ahora se busca a un nativo digital que twittee. y esto tiene un inconveniente: o bien el chaval va a su bola e intenta lidiar desde su frente con su mejor intención y la empresa le deje hacer porque les da un baño de 2.0; o bien dice algo que alguien considera inadecuado, le cae un repaso que le deja temblando y desde ese momento un twitt requiera 5 firmas antes de darle al enter.
un community manager es la cara visible de la organización en muchos puntos de contacto con clientes y potenciales. y esto hay que cuidarlo. nos jugamos mucho. ha de saber de marketing, de servicio al cliente, de producto, ha de conocer a fondo la organización, ha de saber reportar a quien corresponda en cada caso… y toda la empresa, ha de estar dispuesta a escuchar lo que diga.
los casos de éxito no son las marcas que abren una fan-page y en 4 semanas consiguen 120 amigos. los casos de éxito son empresas que están dispuestas a escuchar y a aportar valor a la conversación en redes (zappos, etc.), empresas que escuchan y actúan en consecuencia. no las empresas con 120 amigos.
así que planteémonos ¿para qué queremos un community manager?
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