Muchos dispositivos wearables deberían ser gratuitos. Sus fabricantes lo saben, pero aún así no renuncian a capturar unos pocos beneficios, mientras esperan que el resto del sector mueva ficha.
Miremos a su mayor exponente, los dispositivos de tracking personal. En este momento el mercado de estos aparatos se basa en captar una pequeña base de individuos que la usan por el simple disfrute de la tecnología en sí. Gadgets que aportan información más o menos exacta sobre tareas que hasta ahora intuíamos. Seguramente sabíamos que habíamos pasado una mala noche, pero si Fitbit lo refrenda nos debe dar cierta seguridad 😉
El abandono de estos dispositivos es alto: los estudios demuestran que pocos usuarios continúan haciendo uso de su wearable después del primer año. Este abandono se debe a que para la media de sus clientes el esfuerzo de mantenimiento es elevado para el beneficio aportado. Si te interesa mucho tu consumo calórico diario, te preocuparás de cargar tu dispositivo… si no se quedará en la mesilla de noche, y de ahí al cajón…
Una compra basada únicamente en la tecnología quedará obsoleta rápidamente… pero ¿Y si además tuviera una utilidad más allá de la información de que nos provee? ¿Y si nos revirtiera una beneficio económico adicional? ¿Y si el fabricante se encargara de actualizarnos la tecnología una vez obsoleta? Esto sólo puede ocurrir si el fabricante mira el bosque y no sólo los árboles.
Nike tuvo una oportunidad de oro cuando sacó su pulsera FuelBand a principios del 2012. Si entendemos a Nike como una compañía de venta de equipamiento deportivo (todos sabemos que es mucho más), el potencial de tener a cada cliente identificado de forma continua para conocer sus actividades físicas es impresionante. Qué hace, cada cuánto, con quién… No es complicado imaginar el potencial para Nike de poder recomendar qué ropa usar en función de rendimiento, ubicación, rutinas, condiciones climáticas, etc. Imagina poder realizar ofertas de compra conjunta si practicas deporte en grupo, etc.
Si la empresa que comercializa dispositivos wearables mirará el dibujo a gran escala se daría cuenta del valor de los datos agregados. Los hábitos estadísticos del sueño de muchos individuos comenzarían a tener valor, los patrones de tráfico, de actividad, de ubicación, etc. Incluso los datos individuales (bajo permiso expreso del usuario) podrían establecer una ecuación en la que marcas y usuarios ganaran.
Con el tiempo veremos como muchos dispositivos wearables no sólo serán gratis, sino que sus usuarios serán recompensados económicamente por llevarlos 🙂
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