«Estamos obligados a usar toda nueva tecnología a nuestro alcance, y dejarla de lado solo si vemos que no cumple nuestros objetivos.» Kevin Kelly (co-fundador de Wired) .
No es que esté de acuerdo al 100% en la cita de Kelly, pero si ante una propuesta de innovación un responsable jerárquico nos dice «pruébalo», podemos estar ante alguien que cree en las personas que le rodean como fuente de nuevas ideas… o ante un verdadero cobarde.
Y es que, aunque el castellano en general sea un idioma rico en matices, el verbo «probar» da lugar a confusión. El inglés, más tosco en general, resuelve mejor los significados de probar:
– (Prove it >> demuéstralo) … empezamos mal… Si alguien nos dice «pruébalo», queriendo decir que nos las ingeniemos, saquemos tiempo y recursos de donde podamos para demostrar la hipótesis (al más puro estilo Santo Tomás), o bien está tan convencido de que no va a funcionar que quiere ponernos en evidencia, o bien que abandonemos por el camino por puro desgaste. En cualquiera de los casos, ya de saque, no cree en nuestra idea, o en nosotros o no quiere que las cosas cambien.
– (Try it >> inténtalo) … ya suena mejor… Si nos dicen que «probemos» a ver qué ocurre, nos están diciendo que habrá tiempo y recursos (seguramente limitados) a nuestra disposición para intentar nuestra idea y así poder demostrar si funciona. Esta persona cree en nosotros como fuente de innovación, y no nos pondremos en evidencia si la hipótesis resulta fallida. En el peor de los casos, si sabemos utilizar métodos de innovación, habremos generado aprendizajes de los que se beneficiará nuestra organización.
En tiempos de cambio rápido, la única forma de ser sostenible es ser ágil a la hora de probar cosas nuevas -que pueden convertirse en nuestras ventajas competitivas del futuro-, y para hacerlo de forma eficiente habremos de distribuir la innovación entre los colaboradores que den un paso al frente… de los que cabría preocuparse es de los que no lo den 🙁
foto :: http://www.flickr.com/photos/svoalex/56184930/
Por un momento me entró escalofríos al pensar en una tercera -¿más neutra?- varíable de «Test it!» que nos llevará a confundir un desganado Prove it! con un deseado Try it!, malgastando nuestros recursos sin el apoyo necesario.
Cabe evangelizar una vez más. Gracias por la reflexión Pepe!
Jajaja… audaz con el lenguaje como siempre.
Un Try involucraría un Test para probar que la hipótesis ha funcionado.
Muchas gracias, company!
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